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Las nenas fueron a la colonia de verano durante enero y, la verdad, es que teminaron el mes llenas de piojos, y nos contagiaron a mi hijo mayor y a mí. Horrible, incómodo, molesto, vergonzoso. Probamos peine fino, tratamientos químicos (de los que soy bastante reticente a usar)... bah, probamos casi todo. Rupert Currumichuti estuvo googleando y encontró que era muy efectivo el tratamiento con mayonesa. Sí, con mayonesa! Entonces anoche, como nobles conejitos de indias, nos pusimos todos a su entera disposición para llevar a cabo el experimento. La cosa fue así: mayonesa en toda la cabeza. Un kg para los 4....el olor era nauseabundo. No quiero volver a ver mayonesa a kilómetros de distancia de mí en meses... ya le tomé asco. Y luego, el toque de gracia era envolver toda la cabeza con film, de ese en el que viene envuelta la carne o el dulce de batata en el supermercado. Parecíamos la familia "cabeza de huevo" y olíamos fatal. Así de esta manera tuvimos que dormir. Y él sin ningún doble sentido y con su mayor dulzura me dice al acostarnos: qué lindo San Valentín que vamos a empezar con un beso con olor a mayonesa!

Beso grandote!

Lauren